martes, 20 de abril de 2010

Sin miedo a nada.


Me muero por suplicarte, que no te vayas mi vida. Me muero por escucharte, decir las cosas que nunca dirás, mas me callo y te marchas. Mantengo la esperanza de ser capaz algún día de no esconder las heridas que me duelen al pensar que te voy queriendo cada día un poco más. Me muero por abrazarte y que me abrases tan fuerte. Me muero por divertirte y que me beses cuando despierte acomodado en tu pecho, hasta que el sol aparezca, me voy perdiendo en tu aroma, me voy perdiendo en tus labios que se acercan susurrando.  Me muero por conocerte, saber que es lo que piensas, abrir todas tus puertas, vencer esas tormentas que nos quieran abatir. Me muero por explicarte lo que pasa por mi mente me muero por intrigarte, seguir siendo capaz de sorprenderte sentir cada día ese flechazo al verte que mas dará lo que digan, que mas dará lo que piensen si estoy loca es cosa mía y ahora vuelvo a mirar el mundo a mi favor vuelvo a ver brillar la luz del sol.

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