
Olvidaste los zapatos del trabajo, esos blancos con taco que dan vuelta la mirada. Olvidaste en cada noche un recuerdo, un dejarte ver dormida, una lágrima en mi almohada. Olvidaste una foto con tus ojos, ciega burbuja se hizo hollín en la terraza. Diste vueltas y bailaste en remolinos, te miré mientras te ibas de mi casa. Te hace bien, corazón loco el pensar que olvidó todo eso por quedarse un poco. Te hace bien, casi nada, el pensar que olvidó todo eso pa’ que no la olvidaras.
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